Muchos mexicanos opinan que los padres deben ser libres para poner el nombre que quieran a sus hijos.
En México, como en otros países de habla hispana, una de las tradiciones es llamar a los recién nacidos con el nombre que aparezca en el santoral de ese día.
Pero hay casos que escapan a esa costumbre.
En el Registro Civil de la capital mexicana aparecen nombres como Zoila Rosa del Prado, Lindsay Hermione, Jimoteo Calzón o Santiago Pitones.

Además, en sus archivos aparece una mujer con 30 nombres, que fue registrada en 1922.
Se trata de María de la Asunción Luisa Conzaga Guadalupe Refugio Luz Loreto Salud Altagracia Carmen Matilde Josefa Ignacia Francisca Solano Vicenta Ferrer Antonia Ramona Agustina Carlota Inocencia Federica Gabriela de Dolores de los Sagrados Corazones de Jesús y de María Saldívar y Saldívar.
En el Registro Civil no conocen el motivo. Una versión no confirmada es que sus padres pretendieron quedar bien con todos los miembros de su familia, y de paso honrar a algunos santos católicos que veneraban.
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