5. Your Shape Fitness Evolved
Aunque en la misma línea de títulos como Wii Fit, Fitness Evolved es capaz de llevar el concepto mucho más allá. La primera vez que nos colocamos frente a la cámara para ser escaneados por el software, la sorpresa nos asalta.
-¿Cómo lo hace? -se pregunta uno al ver cómo el juego clava numerosos parámetros como peso o altura de un sólo vistazo. Lo que tenemos aquí es un entrenador personal en toda regla, un título para sudar la gota gorda repleto de minijuegos, aunque también de las más exigentes rutinas de entrenamiento.
No faltan disciplinas como el yoga o el cardio boxing, por ejemplo, que os ayudarán a cumplir las metas propuestas. Ningún otro título de fitness puede compararse a éste en efectividad y monitorización.
4. Kinectimals
Sí, se trata de un juego esencialmente infantil, pero eso no debería ser impedimento para que le diésemos una oportunidad en compañía de nuestros retoños.
Estamos ante uno de los títulos que mayor provecho sacan de la tecnología de Kinect, especialmente del reconocimiento por voz (aún a la espera de su activación en España).
La mecánica es sorprendentemente profunda, de tal forma que lo que en un principio pareciese un mero juego de cuidado de mascotas, torna en una aventura de exploración que disfrutar durante horas. La sensación de acariciar a los cachorros está de lo más conseguida.
3. Kinect Sports
Wii Sports, Sports Champions… no podía faltar en Kinect una propuesta deportiva como ésta, desarrollada por RARE (estudio tras títulos míticos como Donkey Kong Country, GoldenEye 007 o Perfect Dark).
Encontramos seis disciplinas: atletismo, fútbol, bolos, boxeo, volley-playa y tenis de mesa, donde atletismo, bolos y ping pong son claramente las mejor resueltas. El reconocimiento resulta preciso a rabiar, con lo que la inmersión está garantizada.
También destacamos los múltiples modos multijugador competitivos y cooperativos, que convierten al juego en la mejor opción cuando tenemos amigos en casa.
2. Child of Eden
Child of Eden es puro arte en movimiento, un compendio de bizarras imágenes por el que nos desplazaremos abatiendo enemigos con nuestras manos.
Imaginad que pudiéseis entrar de lleno al más enrevesado cuadro dadaista y que sus elementos os atacasen sin piedad. Este juego (secuela del REZ de Dreamcast) nos ofrece tal premisa combinándola con un apartado sonoro de lujo.
Lo último de Mizuguchi (Sega Rally, Space Channel 5) es un shooter musical de lo más original, difícil de explicar, pero imperdible como experiencia.
1. Dance Central
Tras insulsos intentos como Just Dance, Dance Central ha sabido demostrar que es posible crear un simulador de baile competente sin la necesidad de una alfombrilla a lo DDR.
El juego de Harmonix no sólo resulta divertido, también todo un reto para quienes quieran aprender el buen arte de saber moverse. El software no se anda con miramientos, hemos de calcar cada movimiento al milímetro.
La sensación una vez conseguimos completar una canción al 100% no tiene igual. Sudaréis como locos, pero al ritmo de una selección de temas bastante acertada (sarna con gusto…).
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